INTRODUCCIÓN
Muchas de
las veces no nos hemos dado cuenta de los problemas que suscitan en los niños y niñas especialmente, aquellos que están en proceso de entrada a la adolescencia
(de 12 a 15 años de edad). Como problemas, me refiero al acoso que reciben los
niños por parte de otros, casi siempre, de mayor edad que éstos.
Las
relaciones y las experiencias con la sociedad son imprescindibles para el buen
desarrollo de niños y adolescentes. Este tipo de relaciones, contribuyen al
bienestar, la seguridad y ajuste social, emocional y cognitivo. Como en toda
relación humana, la relación con la sociedad implica conflictos que pueden
tener un efecto positivo o negativo.
El acoso
es la persecución a una persona sin dar tregua. Esto se da especialmente en los
centros escolares, donde los niños pueden molestar con mayor facilidad a otros
niños especialmente menores a ellos. Las victimas a menudo suelen ser más las
niñas que los niños, es decir, éstas son más propensas al bullying o acoso
escolar.
También se
le conoce al bullying, como un tipo de violencia escolar, por su forma
característica. Este tipo de violencia
escolar se caracteriza, a menudo, para conseguir la intimidación de la víctima,
lo cual implica un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más
fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella.
La víctima o en otras palabras, el
sujeto maltratado, queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el agresor
o el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas.
Es común que
el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se
muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida diaria. El acoso escolar es
un tipo de fenómeno que siempre ha existido pero actualmente ha adquirido mayor
importancia.
En algunos
casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e
incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las
personas sin límite de edad. El acoso escolar es un tipo de fenómeno que
siempre ha existido pero actualmente ha adquirido mayor importancia.
Suelen ser
más propensos al acoso escolar aquellos niños que poseen diversidad
funcional, entre las cuales se pueden contar el síndrome
de Down, el autismo,
el síndrome
de Asperger, etc.
El bullying implica una repetición
continuada de las burlas o las agresiones y puede provocar la exclusión social
de la víctima.
Sin embargo
el bullying está presente en casi cualquier lugar, y en cuanto al perfil del
agresor, son predominantes los varones. Así, el agresor acosa a la víctima
cuando está solo, es decir, en lugares privados u ocultos. Es por eso que
muchos de los maestros no se enteran de estos serios casos.